Se dice que todo comenzó cuando el Imperio Azteca ejercía su dominio sobre el Valle de México, haciendo que los pueblos aledaños pagaran altos impuestos. Por lo que, el líder Tlaxcalteca, además de otros se revelaron y decidieron luchar por su autonomía en contra de la legión Azteca.
El líder Tlaxcalteca tenia una hija, de la cual se decía que era una de las más hermosas princesas de la región, su nombre Iztaccíhuatl significa “mujer blanca”. Ella había se había enamorado perdidamente del guerrero más fuerte de su legión él cual se llamaba Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa "montaña humeante”, él era un vigoroso guerrero de la tribu, que destacaba por su sorprendente fortaleza y atractivo.
Estos dos jóvenes profesaban un amor único y profundo entre ellos y antes de partir a la batalla, el valiente guerrero Popocatépetl se acercó al líder Tlaxcalteca en busca de la mano de su hija en matrimonio. Por lo que el líder accedió gustoso e hizo la promesa de celebrar su unión cuando este regresará triunfante de la encomienda.
Seguro y determinado, el valiente guerrero se preparo para emprender su salida hacia la defensa y lucha de su tribu, teniendo en mente de que a su regreso la princesa lo estaría esperando son los brazos abiertos llenos de amor y agradecimiento, para así consumar su compromiso.
Mentiras que matan y un corazón roto....
Pero en este proceso un ruin y envidioso competidor de Popocatépetl, codiciaba el hermoso y fuerte vínculo que compartían los jóvenes amantes, así que le dijo a la princesa Iztaccíhuatl, calumnias y mentiras sobre su amado prometido, diciendo que Popocatépetl había muerto en una batalla contra los Aztecas.
Triste por tan devastadora noticia y con el corazón roto, la princesa sucumbió ante la tristeza y falleció, sin darse cuenta qué le habían dicho un ruin mentira sobre su amado. En ese momento, Popocatépetl recién salía victorioso de la batalla a la que había sido destinado y que duro más de los esperado, ansioso regresó a su comunidad, para encontrarse con su amada princesa. Sin embargo, a su regreso, recibió la devastadora y triste noticia sobre el reciente fallecimiento de Iztaccíhuatl.
Triste y devastado, rondaba por los senderos y caminos de la aldea, atormentado por la pérdida de su bella y amada Iztaccíhuatl, deambulo durante incontables noches y días. Una vez que tuvo un momento de claridad, decidido a honrar su amor y garantizar que la princesa jamás fuera olvidada.
Popocatépetl“: la montaña humeante” |
Hay pocos lugares que sean totalmente naturales y que tengan creencias profundas y antiguas vinculadas a ellos. Los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl son uno de ellos.
Iztaccíhuatl?“: la mujer dormida” |
Además de ofrecer un paisaje impresionante y múltiples excursiones, este lugar está habitado por esta romántica leyenda, lo que le da un encanto.
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